Nothing lasts really. Neither happiness nor despair. Not even life lasts very long. (Brief Encounter, 1945)

miércoles, 15 de febrero de 2012

TRABAJO ESCOLAR

Hacía unas semanas que no participaba en el concurso de Relatos en Cadena, pero esta sí lo he hecho. La frase de inicio era "Se dibuja una sonrisa mellada", no más de 100 palabras (por una vez me sobraron) Aquí lo dejo.


TRABAJO ESCOLAR

Se dibuja una sonrisa mellada, la borra... (guardo el relato para futuros usos, gracias)
Beatriz Alonso Aranzábal



lunes, 13 de febrero de 2012

Disparos en los 80


Acabo de comprar, mirar, leer y disfrutar el libro de la fotoperiodista Marivi Ibarrola editado por Munster Books, “Yo disparé en los 80”. Son fotografías de principios de los años ochenta que van acompañadas de microtextos de autores diferentes, personajes de la época, incluidos algunos retratados. Me hizo mucha ilusión volver a ver a Mariví, que está fantástica, y recuperar fragmentos de memoria. En concreto, ha incluido una foto de Monaguillosh, en la que aparezco con una minifalda que ni recordaba, en el concierto que dimos en la sala Rok Ola en 1983.

En estos días además se ha dado la coincidencia de que, aparte de Mariví, dos personas más ligadas a aquella época me han mandado material de Monaguillosh. Por un lado el periodista musical Rafa Cervera, que nos visitó en el local de ensayo en 1982 y luego publicó una entrevista en su fanzine Estricnina.


Por otro lado el periodista Pablo Martinez Vaquero, que me ha escaneado dos fanzines (Estricnina, qué coincidencia, y Sintonía Cerebral) y que es el autor de un libro sobre los mods en España, en el que aparecían Monaguillosh en una etapa anterior a mi entrada en el grupo: "¡Ahora! No mañana".

Es increíble cómo una foto te hace recordar el lugar, lo que pasó ese día, cómo ibas vestida, y a veces hasta el antes y el después. Cuanto más pasan los años todo se vuelve más borroso. Incluso hay recuerdos que piensas si no serán una invención de la mente. Sé que estuve en lugares y eventos porque conservo las entradas, alguna anotación en mi agenda, pero no recuerdo nada. Supongo que fue también la sobredosis de conciertos, todo mi tiempo giraba en torno a la música. La memoria de los años ochenta se va quedando anquilosada en algunos lugares comunes, esos a los que acuden las revistas y periódicos cuando quieren referirse a esa época, a ”la movida”, y lo que verdaderamente se vivía, un mar de emociones, excitación, sorpresas y experimentación, va quedando como un pequeño reguero en la conciencia de muchos de los que pasaron por allí.

Beatriz Alonso Aranzábal